En el Camino de Santiago

En el Camino de Santiago

domingo, 12 de julio de 2015

¿CUANDO FUE TU ÚLTIMA PRIMERA VEZ?

Esta pregunta me la hago cada cierto tiempo, ¿y tu?, ¿te la has hecho en algún momento?

A veces queremos ver cosas distintas y experimentar emociones diferentes, sin embargo nos mantenemos en el mismo carril y en el mismo tren de vida; un mismo trabajo que a veces ni nos gusta pero nos da el sustento, una relación de pareja que no nos emociona ni nos inspira pero ya estamos acostumbrados o hay intereses de por medio, una vida monótona llena de las misma historias que se repiten una y otra vez de ocasión en ocasión, etc...

Hace unos días un amigo me preguntó que qué cosas yo quería hacer en mi vida, le dije que muchísimas y las enumeraba!!!! esto luego de que me viò debutando en una banda de rock y le dije que esta cumpliendo sueños en la realidad. Yo siempre quería cantar en vivo con una banda u orquesta, en este caso fue una banda y entonamos o desentonamos una de mis favoritas de los Beatles "Hey Jude". Había público de verdad, sonido de verdad, músicos y aficionados de verdad y una cantante improvisada, que era yo. La emoción fue tal que ahora he quedado de practicar una canción  con ellos para que quede mejor en un una nueva oportunidad. En bromas mostré el vídeo a mi casero que también tiene una banda musical y me ha dicho en serio de ensayar unas cuantas para que yo logre con bien ese deseo que tengo, que además va acompañado de poder entonar en mis cuerdas y tocar con un nivel social de calidad, mi guitarra; que por cierto ya no sè si de ella a través de mis manos sale música. Así el universo me va poniendo gente y situaciones para que esto que he decretado como experiencia que quiero vivir, me sea concebida. Ya luego yo sabré lo que hacer con ella...


La emoción de la situación, la incertidumbre inicial, la vergüenza innata por el atrevimiento...
¿qué más podía pasar?? que no les gustara, que yo desertara, que ellos se agobiaran o que me animaran a seguir... Esto es una sencillez, pero pienso... Entonces, a quién es que hay que pedirle permiso para hacer lo que deseamos hacer?? me respondo yo misma, -a nosotros mismos, y es más , diría que ni a nosotros; es hacerlo y ya! porque a veces hasta nosotros mismos nos negamos ese derecho

Yo no soy cantante pero me gusta el arte y la música, y en otras modalidades que he probado como es el baile, modelaje, locución y teatro; me ha gustado y he tenido la oportunidad de cerrar cada episodio de esas actividades con broche de oro en mi estándar, es decir, participación en publicidades, programas, carteles, spots, obras... en fin, que me he dado el permiso de descubrir que puedo llegar pasos más altos con talentos que yo misma no sabía que tenía y que por alguna razón se ha dado la oportunidad y la apertura mental para hojearlos, detectarlos y disfrutarlos. ¿Qué he sacado de aquí?? diversión, amigos, emoción de experiencias distintas que contar y recordar, trabajos de otras de mis áreas de manejo, red de colegas, pagas extras, intercambio de servicios... en resumen; otro espacio social y hasta laboral si lo necesitase, podría decir. 

De estas historias tengo muchas...coincidencias aprovechadas, a mi maestro de guitarra lo conocí en la calle porque llevaba su guitarra y yo deseaba una, me acerqué y hablando y hablando se ofreció para instruirme. Mi maestro de tenis igualmente, siempre yo quería  aprender pero nunca me acercaba a investigar. En un lugar donde trabajaba teníamos disponibilidad de canchas y el siempre estuvo ahì! Hasta me ofreció darme clases, yo nunca accedí porque no encontraba el camino y el tiempo. 

Años después, cuando ya no tenia maneras de contactarle me encontré con él mismo (Guanay) en unas charlas de interés común, el no se acordaba de mi, pero yo sí de él y eso era suficiente. Me atreví a contarle y a partir de ahí es uno de mis mejores amigos y por supuesto aprendí a jugar tenis. Aunque aprendí más a gestionar y disfrutar de esa amistad que nos ha beneficiado a ambos. A través de esa amistad y amplitud de lazos, hemos elaborado proyectos de trabajo en común, yo he cambiado para bien mi forma de alimentación; espiritual, profesional y personalmente he crecido en otras direcciones que no imaginaba podrían ser  a través de acercarme a esa persona que tenía algo que me interesaba. 

Así mil cosas, cada vez que converso con alguien distinto me nutro de lo que es y veo como puedo enlazar bondades y alinear necesidades. Hay una frase de una canción que dice " A quien no lo veo, muy mal le veo", "Quien dijo miedo, jamás será buen guerrero" y estoy completamente de acuerdo. Muchas veces, por temor a la gente, a lo nuevo, a perder lo que tenemos o no conseguir lo que deseamos; nos quedamos en un mismo sitio por años y años, haciendo las mismas actividades, con las mismas personas que a veces se casan, se mudan, se ocupan, se desfasan, se mueren... y nos toca renovar amistades y situaciones a fuerza o aceptamos la reducción o fracaso de nuestro espectro. En esto hay algo, y es que simplemente no tenemos necesidad de esperar que el entorno cambie para nosotros salir a buscar eso que nos renueva cada día y nos da ilusión a la vida o simplemente energía para vivir y defendernos en el medio, eso que nos carga de diversas historias, actividades que nos agregan diversas habilidades que nos permiten ampliar nuestras opciones de vida y disfrute. 

Esto de personas que trabajan 5, 10, 15 y 25 años en la misma empresa y en puestos que no evolucionan... decidir agregar valor a tu trayectoria solo depende de ti; sin importar el trabajo que actualmente realizas. Por ejemplo, hablar un segundo o tercer idioma, nos acerca a otro tipo de personas, a veces de otras culturas, países o quehaceres; lo que a su vez nos da la oportunidad de acceder más fácilmente a un nuevo panorama laboral y de vida que antes a lo mejor no teníamos. El cambiar de profesión o aprender un nuevo oficio nos acerca a otro grupo de interés, nos da la oportunidad de probar otras maneras y ver cómo personas fuera de nuestro ámbito cotidiano se ganan la vida. Cosas que nos parecían desconocidas ahora se nos hacen familiares y nos permiten conectar aun más y mejor con el medio. A través de ello, adquirimos sensibilidades por medio del conocimiento y buceamos con mayor seguridad en nuestro amplio mar que a veces confundimos con una pileta.

Darnos el permiso de experimentar nuevas situaciones, nos fortalece y nos beneficia grandemente en un mundo que se mantiene conectado, todo está relacionado. Estamos en la era del networking, redes sociales, los tags... Una línea que permanece continua en una sala de urgencias indica muerte; en la vida diaria es igual, la monotonía nos impide ver caminos y soluciones donde sí las hay. Cantar en un solo tono es aburrido, su palabra mejor definida "monotonía" 

Evaluar nuestra rutina y ver cómo podemos enriquecerla es de salud. Evaluar nuestro trabajo, si nos aporta, si hemos crecido o decrecido, si es necesario un cambio... Yo sé que muchas veces nos cansamos y preferimos la comodidad de la seguridad, pero la seguridad en estos tiempos es un engaño maligno,puesto que con todos los avances y todas las facilidades de las nuevas generaciones cada vez somos mas propensos a quedar obsoletos en menos tiempo. Trabajos que antes eran vitalicios hoy gracias a Dios ya no lo son, los contratos se renuevan cada menos tiempo para evitar responsabilidades a mayores y promover el involucramiento cotidiano, evitando la costumbre y así... 

La flexibildiad mental y la osadía de experimentar, de crearnos espacio en nuevos sectores, de hacer nuevas amistades y descubrir cómo hacen esas personas para equilibrar su vida o sentirse felices; el valor de decidir marcharte a un nuevo país o emprender un nuevo rumbo simplemente... todo esto nos reivindica en el camino de la vida, como seres que hacen y sacan lo mejor de cada oportunidad que nos da el universo. 

Es muy difícil lograr una realidad distinta cuando actúas acorde y te mantienes apegado a un mismo estilo de pensamiento y comportamiento. Plantearnos nuevos retos y vivir nuevas historias nos da creatividad, fortalece músculos que antes no ejercitábamos, nos prepara para nuevos episodios y nos ayuda a encontrar o profundizar en nuestra misión, que podría decir que esta va por etapas (de esto hablaré en otra entrada). Entonces, ¿cómo puedo empezar?? las pequeñas cosas que haces, hazlas en grande!!. Esto nos obliga a buscar nuevos medios y escudriñar en nuevos campos. Haz una lista de deseos y ordénala por rango de facilidad de obtención; verás que poco a poco el sentirte satisfecho y feliz se volverá  un hábito y buscarás cada vez más situaciones a experimentar y personas que te acompañen en ese recorrido.

Habla con quien no has hablado, duerme del otro lado de la cama, planifica ese nuevo trabajo que deseas... ¡sé creativo! El momento del desafío a ti mismo es ahora!

No hay comentarios:

Publicar un comentario