En el Camino de Santiago

En el Camino de Santiago

viernes, 4 de diciembre de 2015

¡PARA VOLVER HE DE IRME!

Casi siempre y sin analizar mucho me sucede que cuando estoy de visita en algún un lugar y me preguntan que por qué me marcho, suelo responder que para volver debo irme. Ahora he estado viviendo ese planteamiento en carne propia. 

En 2012 decidí que necesitaba hacer un cambio radical en mi vida: Nuevas experiencias de trabajo, de estudio, de sociedad, gastronomía, pretendientes y de todo lo que me fuera posible; sin borrar mi esencia personal. Es cuando decidí marchar a otro país, tenia que ser un lugar que implicara un plan de traslados, para no tomar a la ligera cualquier decisión de abandono tras el nuevo cometido; el agraciado fue España.

En Europa, y en una sociedad desde mi perspectiva más avanzada en diversos aspectos y en tierra firme (yo vengo de una isla en el caribe). En España, con una cultura mucho más antigua y sobre todo, donde yo podría formar mi Hub personal, mi centro de operaciones para mover y percatarme de las cosas que entendía debía observar en este espacio personal y episodio de juventud que me tocaba experimentar. También necesitaba ver mi vida desde afuera, ¡lo he logrado!. El primer año estaba tan recargada de toda mi antigua existencia, que la verdad, me encontraba descansando y entusiasmada de las novedades de mi entorno; por lo que no eché de menos regresar a casa por mi vida, más bien, quería desconectar de un todo para experimentar la emoción de una nueva conexión con mi nuevo medio; y regresar cargada de estupendas historias.

Decidí vivir el presente de mi aventura en Europa, por lo tanto, me enfoqué en hacer cosas acá; amigos, estudios, trabajos, voluntariados, experiencias distintas... muchas han sido muy buenas; otras, la verdad no tan buenas. ¿Qué he notado en este tiempo? que he crecido, que puedo irme a china o Tanzania ahora mismo y podré salir a camino si de voluntad y habilidad se trata. Sin embargo, también he descubierto que aunque no mantuve contacto directo con muchas de mis relaciones más cercanas, el saber que están ahí y con un correo o una llamada basta para sentirles como si nunca me fui... Eso yo lo necesitaba. A veces acostumbrarnos a que las cosas son y van a estar ahí siempre nos impide saborearlas al máximo, pero cuando te acercas luego de padecerlas, que lindo se siente saber que eres afortunado de contar con gente de valor que están ahí para ti, sin importar los kilómetros o el tiempo o las actividades del día a día que nos distancian.


Me doy cuenta que para mantener ese estado de conexión saludable tambien hay que desconectar del medio de vez en cuando. Como me dijo al despedirse mi amiga Jocelin Quesada: Vete y aprende todo lo que puedas, tambien disfruta la nostalgia, porque te dará, y amarás aún más lo que acompaña tu vida. - Asì ha sido.  Estar conmigo misma en las buenas y en las malas me ha hecho amar mi vida mucho más, sabiendo que tengo que buscar y encontrar opciones donde no creí pudiera hallarlas, y sobre todo, pensar en lo que antes hacia y lo que mi entorno me ofrecía cuando alguna situación similar se daba.

Agudizo cada vez más mis sentidos para dejarme acompañar, mentalmente siento flexibilidad hacia procesos y resultados...en fin, que veo desde distintos ángulos y elijo sin dramas y con fe el que presiento pueda llevarme a donde quiero (aunque a veces, el  resultado no sea el que yo había diseñado) :/. De igual forma he sentido la falta de mis guías habituales, de mis mentores, o simplemente de mis compañeros de viaje en los distintos aconteceres. Eso tambien me ha hecho amarles más y ubicar nuevos compañer@s en el trayecto. 

He vuelto a casa luego de casi tres años, lo he hecho de manera discreta porque ha sido poco tiempo, y con el hambre ya de estar en mi sitio; no sabía con lo que me encontraría, ni el tiempo que necesitaría para saciar la sed misma_ no sabía si explotaría al reencontrarme con todo el amor que dejé. La verdad, me he dado cuenta que tengo muchas razones para manifestar felicidad y me siento extremadamente agradecida y satisfecha por ello. Cada abrazo, cada invitación allí; me hizo entender que cada minuto era sumamente valioso y digno de disfrutar junto a personas que amo. Mis amig@s, mis compañeros de trabajo en los distintos entornos, mi familia, mis herman@s espirituales... vi brillos en ojos que hasta ahora no imaginé se mantendrían y aún en aumento. La verdad es que cuando la cotidianidad te ciega, es mejor salir y volver.



No pude tomar tiempo para pasear realmente, y no me hizo falta tampoco; he paseado mucho pensé; creo que atesoraba cada segundo para dedicar a alguno de los que echaba en falta... aunque fuì solo por casi un mes entre República Dominicana y Estados Unidos, entre que necesitaba organizar temas pendientes y aprovechaba en ello, solo quedaba por momentos para desayunar con amig@s y parientes, o pasar por sus oficinas cuando me invitaban para no arriesgarse a desaprovechar los espacios... asì a almorzar, tomar un cafè o tè, ver el sol o la luna, meditar, bailar un merengue, escuchar música o historias pendientes... todo con gente que amo.

Decidí en esos días ir escribiendo o llamando, para enterar a mi entorno en la medida que veía posibilidad y que yo pudiera dedicarles tiempo de calidad. Sabiendo y dejando en este momento a la luz, que este no ha sido el viaje de visita deseado para compartir a plenitud. Este fue solo una demo, una aproximación. Y pido perdón por todo lo que no pude hacer y a quienes no me pude acercar o nuevamente concretar para quedar :)

Pido disculpas tambien por los momentos que me he perdido estos tres años, sin querer_queriendo; he notado que el tiempo realmente ha pasado no solo para mi, que la vida sigue y fluye estemos o no. Hoy compruebo que a veces hay que alejarse en silencio para que situaciones afloren y se aclaren sin mayor drama, que cuando ya no estás lo necesariamente a gusto con algo y lo estudias y no encuentras que es lo que pasa; ese el momento de moverte, aunque no estés muy seguro de qué es lo que te hace feliz o qué te hace estancar, o aún si desconoces lo que encontrarás después en el andar. 

Ahora me convenzo que la diversidad de pensamiento y de vivencias enriquecen las relaciones sanas y acaban con las insanas, que cualquier momento es bueno para replantearse uno lo que desea seguir haciendo o dejar de hacer... en fin, para sopesar un cambio de rumbo que te acerque a tu mayor felicidad y seguridad personal. Aunque este salir en un momento te acerque aún más en lo adelante. Pero ten cuenta que será a otro nivel y en otra dimensión. Aprendo que hay que fluir aunque a nuestro entender no estemos en la mayor perfección del instante. 

Yo era de estas personas extremadamente planificadas en lo personal y económico y aunque no me arrepiento, considero que puedo sacarme más provecho... decía yo: a los 18 esto, luego a los 20 aquello, 22, 24... se me olvidó que yo tenia que explorar tambien y perder un poco de tiempo para ganar algunos otros espacios - como dice mi querida amiga Yeycy Donastorg. Asì pues... a los casi 27 años me dije que iba a vivir el proceso que no hice de los 18 a los 24: Estudiar sin trabajar, explorar a profundidad otros aires, conocer bien un país distinto al mio, enamorarme en otras culturas y conectar otra vez conmigo misma. En ello estoy :)

Un consejo que recibí hace mucho, cuando no podía asimilarlo por mi estricta programación mental: mi amigo decía que hasta los 30 el veía que podía jugar con su exploración personal y laboral y eso lo he asumido yo. ¿Por que no? me he dicho. Creo que he tomado una buena decisión, porque me  he sentido muy feliz haciendo todo lo que he hecho, aparte, personal y profesionalmente he sido enriquecida en esta exploración que aún continúa en algunos aspectos.

Simplemente doy gracias a mi entorno y a la vida por darme la intuición necesaria que me lleva a conectar con gente, situaciones, lugares y experiencias que enriquecen mi historia cada día y me permiten apoyar las decisiones en mis propias convicciones. 

Gracias por todo a mis amig@s y a mis no tan amig@s, que a veces me hacen sacar desde lo más profundo y difícil de mi, para gestionar decisiones que me llevan aún en contra de mi voluntad consciente a un mejor estado personal y reto profesional en la mayoría de ocasiones. Todo obra para bien, o la voluntad positiva hace que asì sea, no lo sè muy bien. Solo sè que ya se acercan mis 30 y con ello un nuevo camino por recorrer... a ver que saldrá de todo esto :). Vuelvo y digo, para volver he de irme. Yo, como los Scouts: ¡Siempre lista! ;) 

¡Cheers!