En el Camino de Santiago

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martes, 12 de mayo de 2020

¿DÓNDE ESTÁ MI TÉ?

En una ocasión estaba en mi trabajo y salí para tomar un descanso. En eso, me hago un té súper rico de los que me traje directos desde la India y empiezo felizmente a degustar, cuando de inmediato sonó el teléfono y atendí la llamada. Luego, recibí un mensaje para mirar mi correo y luego otra llamada que fué ya la gota que derramó la copa: una oferta de un servicio de no sé qué y no sé por qué no le dije que llamara en otro momento...

Al final de todo respiro hondo y agarro mi taza para darme un sorbo de mi anhelado té; noto que no hay nada. Pensé que lo había tirado sin saber, llegué a dudar hasta de que lo había preparado, pero un compañero me dijo que me lo tomé. ¡Que fastidio! no me di ni cuenta, no lo disfruté, me distraje y no lo percibí, ni descansé, ni desconecté; más bien me agobié y agoté mi tiempo sin percatarme.

¿Cuántas veces ha pasado que se nos van los momentos importantes o dignos, por estar distraídos en otros temas?. Como dice Stephen Cobey "Hay cosas que son urgentes pero no importantes, cosas que son importantes y no urgentes,  hay cosas urgentes e importantes y otras que ni importantes ni urgentes". Lo ideal es poder reconocer esas diferencias para priorizar los espacios y energía de la que disponemos para cada ejecución sin malgastar para nuestro beneficio.

Ahí también me acordé de un escrito de Thich Nhat Hanh que encontré en un libro de Brian Weiss y que habla de cómo se disfruta de una buena tasa de té. Lo comparto...

Tata Tea Museum. Munnar, Kerala. India.
"Debemos estar  completamente atentos al presente para disfrutar de una taza de té. Solo siendo conscientes del presente nuestras manos sentirán el calor de la taza. Solo en el presente aspiraremos el aroma del té, saborearemos su dulzura, y llegaremos a apreciar su exquisitez. 
Si estamos obsesionados por el pasado o preocupados por el futuro, dejaremos escapar la oportunidad de disfrutar de una buena taza de té. Cuando miremos el interior de la taza, su contenido ya habrá desaparecido. 

Con la vida ocurre lo mismo. Si no vivimos plenamente el presente, en un abrir y cerrar de ojos la vida se nos habrá escapado. Habremos perdido sus sensaciones, su aroma, su exquisitez y su belleza, y sentiremos que ha transcurrido a toda velocidad. 

El pasado ya ha pasado, aprendamos de él y dejémoslo atrás. El futuro ni tan siquiera ha llegado. Hagamos planes para el futuro, pero no perdamos el tiempo preocupándonos por él. Preocuparse no sirve para nada. Cuando dejemos de pensar en lo que ya ha ocurrido, cuando dejemos de preocuparnos por lo que todavía no ha pasado, estaremos en el presente. Solo entonces empezamos a experimentar la alegría de vivir". 

En estos tiempos de incertidumbre y tantas distracciones que en muchos casos nos infoxican (sobrecargan e intoxican de información) por diferentes vías, pudiera ser un momento ideal para practicar con nuestra taza de té la focalización y desfocalización de nuestra atención a conveniencia. Así aseguramos disfrutar nuestro té o nuestra vida en condiciones.

Tata Tea Museum. Munnar, Kerala. India.
En fin, vivir un momento a la vez y disfrutar de prestar atención y observar lo que ocurre en las situaciones que nos interesan. No hay por qué hacer por hacer, ni estar por estar, ni leer por leer, ni comer por comer, ni ser por ser... no, no si deseas sacar partido a ese momento o acción, lo cual generalmente es posible. Las distracciones siempre están ahí, nosotros somos los que tenemos la responsabilidad y capacidad de enfocar lo que realmente nos interesa de acuerdo al momento.

“Bebe tu té lenta y reverentemente. Hazlo como si fuera el eje que hace girar el mundo. Hazlo lentamente, serenamente, sin precipitarte hacia el futuro”.
-Thich Nat Hanh

Que el transcurso de este 2020 y en lo adelante esté lleno de momentos en los que se manifieste el gusto de escuchar y sentirnos presentes, vivir al ritmo que podamos apreciar con la mayoría de nuestros sentidos.  
Y tú, ¿Qué opinas?,  ¿Te atreves a hacer el ejercicio de estar presente con o sin tu taza de té?