En el Camino de Santiago

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miércoles, 19 de septiembre de 2018

...Cont. Entre Terremotos y Huracanes. A un año de mis días y acontecimientos en México. 19/09/2017-19/09/2018


Era mi tercer día de estancia en México, cuando decidí tomar un bus turístico e irme sola a hacer un recorrido por la ciudad y hacerme una idea general y aterrizada, esto fue el 19/09/17. Solo pude hacer una parada, la misma fue en el *Museo Antropológico (por cierto, visita totalmente recomendada antes de iniciar los planes y andanzas). Dentro del museo empecé leyendo entretenidamente acerca de la formación de los continentes, la humanidad y la evolución de los mismos en conjunto. Hablaba de los fenómenos naturales y entre ellos los huracanes y los terremotos, así como su razón de ser en el ecosistema. Hablaba del reacomodamiento de la tierra y la evolución de las especies a raíz de los cambios atmosféricos y geográficos.  

Decía que estos fenómenos naturales son parte de la evolución constante del medio, y aquí señalan que “solo las especies que se adaptan al nuevo espacio y manera de vivir pueden permanecer, las que no, simplemente van desapareciendo”. Así es la vida misma. Ideologías, geografías, clima, avances… te adaptas o mueres/desapareces. 

Ya cuando iba por las culturas autóctonas sonó una alerta (como un claxon/bocina) y la policía del lugar nos llamó a todos para ir al punto de seguridad, pues era una aviso de terremoto (Ana, una amiguita mexicana que no llegué a ver en este viaje, me había avisado del tema). Hacían un simulacro el 19 de septiembre porque ese mismo día de hacía 32 años (en 1985) hubo un terremoto muy fuerte y conmemoraban de esta manera.

Fue interesante para mi participar y más aún porque luego, poco más de dos horas después, cuando más concentrada estaba yo observando la piedra del sol en una de las salas, sentí que se movía el suelo, miré a mi alrededor y no vi gente inmutada, pensé que a lo mejor no lo sentían o no era importante porque nadie más que yo salió instintiva y rápidamente del sitio; algo más de 5 segundos después empecé a escuchar los pitos de evacuación del área porque sí era un terremoto. El mismo de una magnitud de 7.1 y que tuvo su epicentro en Puebla y Morelos. Lo demás ustedes lo saben por las noticias (Terremoto México 19/09/17).

Yo en ese momento estaba ajena al desastre peor en la ciudad, solo vi que se rompían unas ventanas de cristal y caían unos tramos del moderno edificio del museo y por lo que lo cerraron y nos evacuaron del sitio casi una hora después.



Fotos de la zona afectada del museo
de cara al punto de seguridad donde estábamos en esperas. 

-Que coincidencia la lectura informativa, el simulacro posterior y luego el mismísimo sismo real*. Como si me hubiesen preparado mental y técnicamente para recibir y comprender ese acontecimiento. (Dicen las noticias que es primera vez que no suena la alarma luego que México cuenta con ese sistema de aviso, que aunque no es mucho pero prepararte mentalmente o moverte  del peligro en segundos puede ser de gran ayuda).

Bandera a mi llegada por el terremoto que hubo 1 semana antes,
hoy está igual por la doble conmemoración,
 terremotos en fechas:
 19 de septiembre de 1985 y 19 de septiembre 2017 

En esto, se cortó la comunicación y la electricidad en toda la zona, yo encendí mi roaming para comunicarme con mis amigos de México, para saber que estaban bien y enviar un mensaje a mi madre en Rep. Dominicana por si le llegaba la noticia o por si pasaba lo peor. Allí mismo se conectó mi móvil al servicio y me entró una llamada, era mi madre preguntándome del terremoto, habían pasado unos 10 minutos solo. Le dije donde estaba y que me encontraba en el punto de seguridad aún, nadie sabía nada de la tragedia, pero le dije que si pasaba algo supiera que la quiero y que diera ese mensaje a mi familia. Con eso me sentí más que tranquila; ella asintió y repitió las mismas palabras de afecto. Quedamos que si yo la llamaba, Ok y si no, pues a lo mejor es que no se iba a poder... parece como si estábamos listas para lo que viniese... las dos entendimos y colgamos tranquilas... Recuerdo que puse un mensaje en el grupo de whatsap de la familia extendida, decía: "Los amo familia" o algo así, aunque no les dije el por qué escribía eso en ese momento.

Igual siempre hay algo jocoso en el medio de todo... y es que entre el susto y la salida de todos, una señora muy preocupada preguntaba a las autoridades del museo que si podía volver al otro día con su ticket de entrada para concluir su visita cultural (Esto es fe de la buena), a lo que un policía le responde: "Por supuesto señora, si luego de esto aún hay museo; puede volver usted cuando quiera".

Al sacarnos del museo vi el caos del tránsito fuera, cerraron calles, lo taxis no querían ir a mi zona (Delegación Coyoacán),  decían que hubo derrumbes por allí y que tardaríamos muchas horas en llegar por los desastres y tumulto de coches y gente. Decidí esperar mi autobús; este nunca llegó. Pensé entonces ir a comer algo cerca, igual no sabía el tiempo que podría estar deambulando sin información... quería ir a la zona de Condesa que era donde había estado la noche antes, pero no sabía geográficamente dónde estaba yo ni ese sitio, ni el tiempo que me tomaría trasladarme, así que desistí … 

Fuí al complejo que quedaba al frente, un parque hermoso (ignorancia mía que no me trajo más dificultad, un parque no era el mejor lugar para descansar del susto de un terremoto pues podían venir las réplicas y provocar caída de árboles). Allí almorcé y caminé un poco mientras escuchaba algo de las noticias en los puestos de gente que tenían acceso a comunicación. Me di cuenta que en Condesa hubo bastante daño y lo mejor era que yo no pude llegar a la zona. En el entorno del parque,  un señor pasaba en una bicicleta dando ánimos a todos y diciendo que debíamos tener fe, que lo peor había pasado ya, que México se iba a recuperar. Esto me pareció muy humano puesto que  éramos muchos los extranjeros en el entorno y gente que nunca había vivido ese tipo de situaciones.

Sitios de comer en el parque,
 donde se atrevieron a abrir luego del terremoto
 y donde yo pude descansar y pensar lo que haría después al salir del museo.

En tanto, decidí salir a indagar cómo llegar a la casa por otras alternativas, se me acababa la batería del móvil y no podía comunicarme con mi amigo para saber como ir, el internet ya no me entraba más tampoco… Un Sr. desconocido que estaba sentado junto a mi en un banco me ayudó a ubicar con la dirección que recordé que mi amigo David anotó en un papel por si yo me despistaba o no funcionaba mi comunicación con el móvil, y así mismo fue... ahí con el Sr. vi alguna ruta alternativa y escribí a mi amigo para que supiera que estaba bien e ir andando antes que diera la noche. Se lo agradezco en el alma porque hasta sin baterías se quedó por ayudarme a salir de allí. Eso es ser solidario y compasivo. 

Muchas sirenas, policías, caminos cerrados, vehículos de todo tipo, desvíos… al final vi cómo irme en metro y luego de caminar un rato me fui con la multitud y preguntando a la estación. Que por cierto casi me quedo fuera del metro por la rapidez de la gente en entrar y salir, dos hombres vieron que se cerraba la puerta y rápidamente la atajaron y me hicieron seña de entrar, se lo agradecí en el alma otra vez pues si volvían a cerrar el metro no sabía ya qué hacer y más aún sin teléfono, sin transporte ni electricidad en las calles o lo lugares... (Ángeles en mi camino).

Al llegar a casa, vi a mis amigos, por supuesto también preocupados. David vió como se derrumbaba ante sus ojos unos de los edificios del entorno y vivió la alarma de la gente L vimos algo de noticias y luego salimos a abastecernos de lo que pudiéramos, el súper mercado que es 24 horas lo cerraban… Nos limitamos a ir a una gasolinera y comprar lo que nos vendieran para estar en la casa por algunos días. Antes atinamos a ir a un restaurante cerca, (ya que quedamos vivos vamos a comer, pensamos), una cena apurada porque el restaurante ya no daba a basto y se acababa todo, pero al final una cena muy rica por la que dimos gracias.

Lo que agradecimos
por poder comer
De ahí nos fuimos a la casa, yo me comuniqué con amigos y familia preocupados por yo estar allí… la verdad ese día dí muchas gracias y más aún por llegar a la casa tranquila sin ver lo peor para no desequilibrarme. Luego vi todo lo que había pasado ☹️ Escuelas, oficinas, restaurantes, edificios... hasta la edificación donde está ubicada la oficina de mi amigo sufrió daños intensos. Muchas pérdidas y mucho pánico. Agradezco todo el cariño de los que enviaron sus mensajes por las vías accesibles y los que no pero estuvieron presentes de alguna forma. 

Luego de esto yo intentaba ver vídeos de supervivencia ante terremotos y tenía determinados en la casa mis triángulos de seguridad. Aún así dormía con la ropa puesta, la cartera preparada con mis documentos y un pito en mi llavero que tengo desde el 2010 por un temblor que sentí en las réplicas del terremoto de Haití,  para los que no saben este país hace frontera con República Dominicana.

En otro orden, ese día mi amigo fue a ver como estaba su familia que se habían quedado sin comunicación... luego empecé a ver los mensajes de amig@s y familia de distintos países, compañer@s de trabajo... y me dí cuenta que estaban muy consternados. Por lo que me asusté y pensé mejor ir a casa de Santo Domingo, a lo mejor era un llamado de ir a recibir calor de mi sitio. Le comenté a mis amig@s y me advirtieron del Huracán, ¡¡Diosssss!! nadie me ha dicho nada y yo estoy desconectada. Entre Terrremotos y Huracanes ¡¡Diosssss!!? ¿Cuál es tu plan??? 

Efectivamente, era el huracán María, que al final no llegó del todo a Rep. Dominicana pero devastó en Cuba y Puerto Rico y fue suficiente para detener los viajes a ese destino en las aerolíneas. En eso pensé irme a casa de España pero Iberia se hizo con los vuelos comprados por impulso, yo creo que prefería perder la vida en México y no pagar a Iberia por cambio de vuelo, me salía más caro que el billete completo ida y vuelta que tenia reservado. 

Al final decidí no olvidar que estaba en medio de mis vacaciones y aprovechar para resguardarme en casa de mi hermana en New York, yo necesitaba estar cerca de mi núcleo. Eso me hizo pensar mucho en que podía ser la última vez que les viera, o simplemente ya el 21 de septiembre podía no haber estado en este mundo sin más. Mi cuñado envió un mensaje 911 (SOS en España) que yo debía llegar rápidamente a su casa con él y mi hermana, que ese también era mi sitio y más aún a falta de mi madre.

Acto seguido compré un pasaje aéreo para irme de México DF a New York la madrugada próxima. Cuando lo tuve listo, con el dolor de mi alma fui a informar a mis amg@s de la decisión que había tomado. Se me hacía difícil, pero tampoco podíamos controlar lo que podía pasar y por prudencia entendía debía marcharme y evitar una preocupación tanto a los que me esperaban como a mi familia, que aunque dispersa en varios países, estamos muy conectad@s todos. Aparte, el edificio donde estaba mi amigo era un sitio seguro pues era nuevo, no quería ocupar un espacio que fuera útil para algún pariente o amig@ en situación de emergencia.

En eso, un poco tristes los tres pero entendiendo que es una decisión que ya está tomada, de hecho, mi madre desde que pudo y se abrieron las aerolíneas compró un vuelo desde Rep. Dominicana para verme en New York ese mismo fin de semana; ya no podía echarme para atrás... aparte necesitaba el abrazo de mi madre.

El último día dormí bastante, salí a hacer las colaboraciones para los refugiados y esperé que mi amigo volviera del trabajo; en la tarde íbamos a dar un paseo para despedirnos... Al salir dijimos de ir a varios sitios pero por H o por R no había formas de llegar a ninguno, y ya al último que dijimos que era al aire libre empezó a llover 😕mi amigo refunfuñó pidiendo al Señor, pero quedamos simplemente en ubicar un sitio para sentarnos a tomar algo y hablar y reír de nosotros mismos ante tantas situaciones, nuestras propias torpezas o actuaciones del momento... una manera de desconectar de la tragedia y el pánico que nos rodeaba en cada paso... así lo hicimos, fuimos a una Cantina comimos súper bien y aprovecharon ell@s para regalarme dulces típicos de diferentes sabores, los cuales compartí felizmente con mis amistades al llegar a Madrid.


De ahí fuimos a La Coyoacana y la verdad es que mejor despedida no pudo ser. Se me cambió el panorama de un momento a otro... Demasiada alegría, los mariachis súper animados, el servicio del lugar extremadamente atentos, hasta un chico que no tenía compañía de buenas a primeras estaba en nuestra mesa cantando y riendo con nosotr@s, mis amig@s le llamaron para que no esté solo, esto es muy latino... Como dijo un señor en el sitio donde comí al salir del museo "La vida tiene que seguir". Una noche verdaderamente con sabor a México, pero a un México vivo, valiente y orgulloso... por supuesto, cantamos de todo y toda la noche. Fui muy feliz, realmente no me quería ir.

Mariachis que nos alegraron la noche en la Coyoacana.
Pero, ya en unas horas salía mi vuelo, fuimos a casa y arreglé rápido mi maleta, dormimos una horita para salir corriendo de madrugada al aeropuerto... abrazos cariñosos, lágrimas (mías) y promesas de regresar... Entre cervezas y tequilas, la emoción de lo que me llevaba y también de lo que iba a encontrar al aterrizar en NY, las ligeras réplicas y temblores normales del aeropuerto; yo ya no podía conmigo. Necesitaba llegar a tierra firme y abrazar a mi familia. Estaba nerviosa, muy feliz y triste al mismo tiempo... Demasiada intensidad para una sola persona, too much for me.

Al despegar el avión sentí algo muy raro, como si se quebrara alguna esquinita de mi corazón o estómago, no lo sé. Pero también sentía la tranquilidad de que hacía lo correcto, no me perdonaría que me pase algo allí luego de tantos avisos y advertencias de seres queridos o haber sido un estorbo o preocupación en el entorno en caso de suceso. En otro momento me daría igual que me suceda lo que tenga que suceder, pero en ese momento mejor que no haya sido allí, así me quedo con los mejores recuerdos y todas las ganas de volver, como ha sucedido. 


Vista aérea de Ciudad de México. 

Este mes de septiembre se cumple un año de este acontecimiento, ahora es una doble conmemoración para los mexicanos. Confieso que a mi regreso y este año 2018 vine marcada por una gran sensibilidad (extra) en diferentes aspectos. En este tiempo, aunque ha pasado lento para mi, pero realmente veo y ha sido rápido_ me he dedicado a completar pendientes y a desacelerar y acelerar algunos aspectos en mis intereses personales. Siempre he pensado que no estaré mucho en este mundo, pero que te veas tan cerca de irte en la realidad y aún así manejarlo en paz no tiene precio.

Simplemente quiero seguir haciendo todo lo que quisiera haber hecho para cuando llegue ese momento, y decir siempre todo lo que quisiera haber dicho según las circunstancias que alcance. Así, para volver a sentir esa tranquilidad de cuando hablé con mi madre desde la incertidumbre del patio del museo, así como me sentí al escribir un último "Los Amo" a mis hermanos, tíos y primos por el grupo de  la familia en el whatsap.

Algo curioso es que siempre que viajo me despido de mis amig@s más cercanos, compañe@s y  familia (cuando aplica); igual hacemos encuentros de bienvenida para mí o para ell@s según sea el caso... en esa ocasión de México, antes de irme, al final de mi último día de jornada laboral fui a dar un abrazo a cada uno de mis compañeros en la terminal porque viajaba al otro día y a lo mejor no les vería en mucho tiempo (para mi)... una de las chicas que no sabía por qué el abrazo cariñoso de despedida me preguntó si dejaba el trabajo y le dije que no, que solo iba de vacaciones, a lo que ella me replicó que entonces no me despida que nos veíamos en poco, le dije que uno nunca sabe si es la despedida, por mi o por ell@s. En México pensé en esto... Seguiré despidiéndome cuando me aleje así me alegro más si tengo la suerte y vuelvo a verl@s y a abrazarl@s en la bienvenida. Así también no me voy con pendientes que pudieron ser fácilmente saciados... 

-Como leí una vez en una frase: "El problema es que la gente cree que tiene tiempo"

En fin, que fueron solo unos 4 días pero con una montaña rusa de acontecimientos y sentimientos. Específicamente este 19/09/18 se cumple 1 año que pude no haber estado contando esta historia, gracias a Dios hoy la puedo contar.

Y bueno que a final se transformaron mis vacaciones, una de las razones también es que sentía en mi estómago y mi cabeza casi todas las réplicas, mi amigo me dijo que iban por 30 y pico y yo pensaba era ansiedad... Algo bueno es que me alegra haber pasado ese susto con gente como mi pareja de amig@s,  con ellos incluso luego de cada momento de pánico brindábamos porque seguíamos vivos; tomábamos cada cerveza con mucho gusto, nunca sabíamos si serían esas las últimas que compartiríamos... En situaciones de tensión te das cuenta de la esencia de las personas, ahora les quiero más!! :) 

Corto pero intenso, igual me quedé con un pedacito de México en el corazón, cuanta solidaridad, cuanta alegría y cuanto orgullo en un solo pueblo. Espero volver y felizmente completar mi viaje. 

Hoy se conmemora una doble tragedia, tragedia que entiendo puede servir para motivar la creación de parámetros y nuevas medidas estructurales y sociales que amparen las lagunas que no han sido tomadas en cuenta hasta ahora en la medida de la posibilidad. Ojalá y como lo que explica en el museo, estos acontecimientos puedan servir para tomar la mejor parte del reordenamiento en todo el ecosistema que compone esta nación (social, estructural, espiritual, intelectual, natural, humano...) unos tenemos huracanes y otros tienen terremotos... es una manera de recordarnos  lo simple que somos; que nos vamos como vinimos, sin nada y sin poder para evitarlo a toda costa.  La vida es una y para colmo no es nuestra... hay que aprovecharla y pasar check Lists  de vez en vez para no dejar pendientes, mientras aún nos toque devolverla.

En la próxima entrada hablo de mi estancia en New York, el trayecto y las coincidencias inesperadas en mi regreso a México para irme a España y mi llegada a Madrid.

Hasta la próxima mis carnales!! ☺️ 🇲🇽 ❤️

*En este museo (Antropológico), recomiendo hacer la visita desde el inicio del viaje para que tengas una visión general de lo que es el país, su cultura y de ahí partir a las diversas rutas sabiendo con claridad armar un plan de lo que pudieras desear o encontrar…

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